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6 de Octubre de 2009 - ULTRA TRAIL DEL MONT BLANC

ULTRA TRAIL DEL MONT BLANC
28 de Agosto de 2009

por Valentin García Mota



¿QUÉ ES EL UTMB –Ultra Trail del MontBlanc-?




El Ultra Trail del MontBlanc es una carrera de 166 km con 9400 m de desnivel positivo y otros tantos de desnivel negativo, con un recorrido circular que empieza y termina en Chamonix que se celebra todos los años el último fin de semana de Agosto. El trazado coincide con el sendero GR que da la vuelta al MontBlanc y que habitualmente se hace por etapas pernoctando en diversos refugios de montaña salvo un fin de semana al año en el que la organización baliza el recorrido para completarlo en menos de 46 horas y dar gusto así a un buen número de seres humanos que no tenemos otra cosa en la que malgastar energía y dinero, esto último se lo tomo prestado a mi madre.

La carrera atraviesa tres países (Francia, Italia y Suiza) discurre al abrigo del imponente Mont Blanc y se hace en régimen de semiautosuficiencia, es decir tienes avituallamientos líquidos, sólidos y hasta tienes un par de lugares habilitados para dormir. Pero estas obligado a llevar en todo momento so pena de descalificación un material mínimo exigido por la organización, por lo que tenemos que portear una mochila que en mi caso sobrepasaba los 4kg. Este es un extracto del reglamento de la carrera en lo referente al material:

Material obligatorio :
-Cubilete personal 15cl mínimo (bidons exclus)
- reserva de agua mínimo 1 litro
-dos lámparas en buen estado de functionamiento con pilas de recambio
- cubierta de supervivencia
- pito
- banda elástica adhesiva que permite hacer una venda o un straping (mini 80cm x 3 cm)
- Reserva alimenticia
- chaqueta impermeable que permite soportar el mal tiempo en montaña
- pantalones o pantalones ajustados de carrera (por lo menos un corsario que cubre debajo de la rodilla)
-Gorra o bandana.
Exigido por las administraciones aduaneras
- documento de identidad

Muy fuertemente recomendado
- teléfono móvil con opción que permite su utilización en los tres países (poner en su repertorio n ° seguridad de la organización, no enmascarar su número y no olvidar irse con baterías cargadas
- Guantes, ropas calientes indispensables en caso de condiciones previstas frías
- Una cantidad mínima de 20 euros (con el fin de paliar los imprevistos)

Aconsejando (lista no exhaustiva)
Bastones telescópicos, ropas de recambio, brújula, cuchillo, cuerda fina, crema solar, vaselina o crema anticalentamiento, neceser de costura...


Este año se ha celebrado su 7ª edición, la carrera nace en el 2003 y curioseando un poco veo que aquel año la ganó Dawa Sherpa se trata de un “piernas” que este año también estaba entre los favoritos. En aquella edición el recorrido tenía 150km, salieron unos 400 corredores de los que acabaron 67 y al menos uno era español. Este 2009 en la plaza del pueblo éramos legión los españoles y hasta la web oficial tiene un pequeño apartado en la lengua de cervantes, ya era hora por cierto..

El principal patrocinador de esta prueba es el fabricante North Face, no estoy seguro si ha estado desde los orígenes de la prueba pero lo cierto es que ahora Chamonix en esa semana está tomada por esa marca. En apenas 7 años la fama de la carrera creció de forma exponencial, prueba de ello es lo gracioso que resulta observar los dorsales en carrera. Este año he podido ver también además de los tres que juegan como locales franceses, italianos y suizos a alemanes, escoceses, americanos, japonés, brasileños, mexicanos, colombianos etc.

Año tras año los interesados por la carrera fueron creciendo hasta el punto de que la organización se percató de la oportunidad y fue incrementando la oferta de carreras. En esta edición que ha tenido lugar durante la última semana de Agosto se han celebrado 4 carreras diferentes: la UTMB original con partida de Chamonix y regreso a Chamonix con 166km, la CCC (Courmayeur-Champex le Lac-Chamonix) que empezando en Courmayeur llega a Chamonix siendo básicamente la segunda mitad del recorrido de la UTMB unos 98km, la TDS (Sur les Traces de Duces de Savoie) que empieza en Chamonix y termina en Courmayeur con 105km y por último la PTL (Petit Trote á Leon) que es como el recorrido del ultratrail pero con ciertas modificaciones que pretenden satisfacer a los más “taraos”. De esta forma los aventureros que salen en la PTL se corren 240km, con un tiempo límite de 110h, generalmente por encima de 2000m en régimen de autosuficiencia. Los corredores por tanto deben llevar encima todo lo que puedan necesitar saco, tienda, ropa, comida etc. Esta carrera, la PTL, se hace por equipos de tres con una radiobaliza de la organización y limitándose a 60 equipos la prueba, al menos deben llegar dos miembros del equipo.

En resumen la última semana de Agosto, y en especial ese fin de semana, Chamonix se transforma para acoger a unos 5000 tipos provenientes de todas las partes del mundo que se dan cita allí para correr por las montañas. Lo simpático es que la carrera ha calado tanto en los tres países que recorre que la gente también se echa a la calle para volcarse con los corredores y gracias a la cuidadosa organización y a la multitud te hace sientes como un auténtico campeón.


¿CÓMO SE VA AL EL UTMB?

En el asfalto ya ha llegado la masificación a algunas carreras y si no se anda vivo pues te quedas fuera de Getafe o la media de Madrid. En el mundo de la montaña sucede un poco lo mismo, estos años pasados mucha gente ha pasado del asfalto al monte, primero a las carreras de montaña y luego al mundo de los trail dónde la distancia supera siempre los 60km. En el UTMB hasta esta séptima edición las inscripciones se agotaban en uno o dos días a los sumo, tal era la presión por conseguir plaza que este año 2009 idearon un sistema con una preinscripción previa en Diciembre 2008 y un sorteo posterior en Enero 2009, en el que si no obtenías plaza te asegurabas una para la próxima edición del 2010.

Para completar la inscripción debes acreditar un curriculum deportivo, de tal forma que la organización ha tabulado la mayoría de los trail del mundo otorgándoles a cada uno de ellos una puntuación de 1 a 3 puntos en función de su dureza. Por tanto sí quieres inscribirte en el UTMB y has obtenido plaza en el sorteo deberás acreditar 4 puntos teniendo como máximo una carrera de 1 punto, si quieres correr la versión corta de 98 km debías acreditar 1 punto y si quieres ser unos de los “taraos” que se meten 240 km debes haber finalizado la UTMB. La organización comprueba que son ciertos los datos que adjuntas y completa tu inscripción. Un detalle, las carreras debes haberlas terminado en los dos años anteriores a la inscripción es decir no vale nada de lo que corrimos en la universidad, o delante de los grises algunos otros.

Afortunadamente para mis intereses el verano pasado comenzó una eclosión de carreras y además de aumentar la oferta de la propia organización con hasta 4 pruebas diferentes, en todos los países han proliferado los trail de montaña. Hasta en los Pirineos, eso sí en el lado francés, se celebro en Agosto 2008 la primera edición de otra prueba de 166, este 2009 se celebraba la segunda edición e incluso el próximo mes de Julio 2010 se ha anunciado la primera de un 166 español, concretamente en Euskadi. Esto finalmente ocasiono que el número de preinscritos fuese inferior al número máximo de participantes en el UTMB que son 2500 plazas por lo que en esta edición de 2009 no hubo sorteo y todos pasamos del cajón de aspirante a chalao en proceso de entrenamiento.

Para acreditar los 4 puntos necesarios yo había participado en Agosto 2007 en Carros de Foc 60km, en Junio 2008 Hiru Haundiak 100km y en Julio 2008 Ultra Trail Aneto 64km.


¿CÓMO PREPARÉ EL UTMB?

A este tipo de carreras que discurren por montaña, en las que subes desniveles acumulados importantes y que tienen distancias superiores a 100km han llegado dos tipos de especies diferentes, el “montañero” y el “maratoniano”, cada uno llega con su forma de entrenar. El montañero siempre con mochila: sube pico, baja pico, con nieve, con hielo, con agua con lo que sea. El maratoniano kilómetro a kilómetro, con luz, sin luz, con frio, con calor, lloviendo, nevando como sea pero siempre con el cronómetro en marcha. De la convivencia en las carreras empiezo a observar que existe otra especie fruto del cruce de las anteriores el “trailero”, parece ser que es un individuo que entrena por el monte con mochila en los lomos y que alterna correr y caminar, curioso espécimen fijaros por la peña Hueva que me ha parecido ver alguno en los amaneceres.

Yo particularmente de momento soy de otra cuarta especie que también abunda por las carreras y el mundo se trata del P.A, es decir “padre atareao” que tiene que buscar la hora ó dos horas libres del día en la madrugada, en la hora de comer ó en la noche para correr o lo que se tercie, también vale la bici. De esta forma hasta el mes de Abril en el que es costumbre pasear por Madrid me dedico a correr como vosotros. Así lo he hecho también en este 2009 con la única diferencia que este año he sustituido las pocas series que tenía costumbre hacer por trabajo en cuestas y algo más de gimnasio.

Pasado Mapoma y con el mes de Agosto a la vuelta del calendario, cambio las zapatillas y sigo corriendo por los alrededores de Guadalajara descubriendo cuestas. La planificación de estos meses hasta la carrera incluía un 100km en el mes de Mayo en Ronda que aunque tiene poco desnivel acumulado me permitiría coger fondo. Después de los 101km de Ronda queda el empujón final con el maratón de montaña de Madrid y dos semanas después el primer fin de semana de Julio, el Ultra Trail de Andorra. El resto de Julio y Agosto estaban ya pensados para recuperar y corregir detalles.

Toda la preparación hasta Junio como os digo discurre por los alrededores de Guada, comando Bejanque los sábados y la compañía de Isi, Juan y Duro los domingos bien lo demuestran. Saltan las alarmas en el maratón de montaña de Madrid porque tengo la primera ampolla de la temporada, acabo bien en 6h09 un recorrido bastante más duro que otras ediciones pero tengo que sufrir toda la bajada dese Cabeza de Hierro. El trail de Andorra el 5 de Julio también dispara otra luz roja, fue una carrera muy dura y terrible climatológicamente. Comenzamos a las 00h00 de un sábado y dos horas después empezó a llover primero y a jarrear después, la organización dada la intensidad de la tormenta neutraliza la carrera y para a casi 300 corredores en la cabaña de un pastor. Se reanuda la prueba y se improvisa un recorrido que acorta la carrera a 95 km y rebaja el desnivel. Acabé la carrera fresco muy conservador pero me asaltan las dudas si se hubiese mantenido el recorrido inicial con 105km y 7700 de desnivel positivo hubiese sufrido mucho, además mi amiga la ampolla se empeñó en acompañarme en lo últimos kilómetros. Aunque este recorrido era muy montañero y en Chamonix no espero encontrar esos caminos no tengo claro que este bien preparado, en cuanto a fondo me veo bien preparado pero creo que he fallado fortaleciéndome las piernas además están las visitas inesperadas de Mss Ampolla.

Decido reducir kilómetros y cambio rodajes por sesiones de gimnansio, además me escapo un par de veces a la sierra de Madrid a completar el bucle largo del Maratón Alpino de Madrid, un ocho de unos 28km con dos subidas a 2400. No cumplo con exactitud lo previsto y el mes de Agosto bajo notablemente el pistón, los kilometrajes en el último mes caen a los mínimos. Doce días antes de la carrera me voy a la playa a coger el hematocrito de los corredores populares: “chipirón de la bahía, lo pesco de noche lo vendo de día”.

En resumen y repasando el año creo que ha sido una temporada con un entreno muy parecido al de otros años, este año con más desniveles, con más gimnasio y con algo de más kilometraje pero no ha sido un cambio drástico en mis costumbres. Con esta preparación me fui hasta Chamonix, con eso y con algo más: muchas temporadas dándole a la zapatilla, la experiencia de unas cuantas carreras de 100km, la prudencia que siempre es una gran aliada y la firme voluntad de disfrutar en la carrera, porque para sufrir ya tenemos el resto del año.


SEMANA PREVIA A LA CARRERA

Cuando me confirmaron la plaza en la carrera busqué con mucha antelación vuelo a Lyon y estancia para pasar las vacaciones con mi familia en Chamonix. Llegamos al valle una semana antes de la carrera el viernes 21, lo hacíamos en coche desde el Aeropuerto de Lyon, el viaje es por una autopista francesa como cualquier otra pero de forma repentina te topas con el macizo del MontBlanc y en unos kilómetros estas entrando en el corazón del valle. Aquella tarde las dudas que me perseguían se incrementaron exponencialmente y la visión de esas moles a derecha e izquierda me hacían cuestionarme todo. El cambio era brutal, pasaba de la playa de Cádiz, la visita al pueblo manchego de mis padres dónde la palabra cuesta la relacionan únicamente con el mes de Enero, de las antenas de Iriepal, de la subida a la peña Hueva y el Pico el Aguila con sus apenas 300 m ramplones de desnivel. Pasaba de esos lugares a contemplar a la derecha un desnivel de más de 3000m pues el Mont Blanc con sus casi 4900 m está ahí encima de la carretera. Eso a la derecha de la carretera pero a la izquierda hay más de los mismo, picos y collados de 3000 que son 2000m de desnivel sobre el asfalto. Parecía Paco Martínez Soria llegando al Himalaya con alpargatas y la un hatillo por maleta.

Ese viernes y sábado los pase rumiando dudas y miedos en el interior, como demonios iba a correr por esas montañas si venía de Guadalajara que como todo el mundo sabe esta en un llano. Poco a poco, por la costumbre por repetirme que no tenía que subir hasta la cima acabé relajándome, creo que el sube y baja con los teleféricos que tienen montados los franceses contribuyo a ello. Parecía todo tan sencillo, ale una cola, un ticket, una cabina, tres minutos y 3700m de altura, al día siguiente cola, tren cremallera y ale hop 2500m de altura, que sencillo. Poco a poco el pueblo se fue vistiendo de fiesta y comenzaron a instalar las carpas, las banderas y carteles de la carrera.

El martes a las 22h00 daban la salida de la carrera larga, la Petit Trote a Leon 240km y 24000 m de desnivel positivo en 110 horas máximo en autosuficiencia total. Se trataba del comienzo de la semana de ferias que se monta en Chamonix. Yo tenía una curiosidad terrible, me hacía idea del tipo de personajes que vería en la salida del UTMB en base a haber estado ya por unas cuantas carreras de 100, pero esos 180 “taraos” que se iban a enfrentar a semejante reto además de darme una envidia terrible me resultaban una incógnita, me imaginaba que tendrían el aspecto de los atletas griegos como esos que tan bien se conservan en el mármol de tantos museos. Así que esa noche decidí acercarme al kilómetro 8 de su carrera, para salir de dudas.

Esos 8 km los había hecho justo dos días antes, fue mi único entreno en Chamonix, se trataba de un camino ancho por bosque con un par de cuestas como las de la ronda Norte. Llegamos al pueblo por dónde pasaban a esperarles eran las 22h30 y la lluvia que había empezado por la tarde arreciaba, vaya tela empezar una carrera de noche, con 240 km por delante, con una mochilita en los lomos y además lloviendo, la leche.

A las 22h46, en el minuto 46 de carrera aparecen los primeros, tres tipos en manga corta con lo que cae, la mochila que llevan me parece pequeña deben llevar en el interior la ropa de los astronautas, les sigue otro equipo a menos de un minuto, manga corta también han llegado corriendo a un ritmo de menos de 6’ km. Se confirmaba la imagen que me había hecho de esa gente. Pero la carrera continúa y sigue pasando gente, más manga corta, el pelotón se estira y de repente comienza lo inexplicable. Aparece un equipo polaco en manga corta también, pero de algodón. Otro equipo lleva un pantalón largo desmontable, ni mallas ni leches. Un equipo femenino integro camina con sus cubrepantalones de plástico y otros van con poncho, de repente desaparece la ropita de las revistas de montaña y de atletismo, los cuerpos ya no son tan finos y estilizados como los primeros y las mochilas comienzan a tener tamaño, se ven los sacos y las tiendas cogidas. Los equipos comienzan a llevar todos a un par de corredores con mochilas de ser humano y otro con mochila de sherpa dónde parece que llevan hasta cafetera. El pelotón se estira y observas un montón de anécdotas, el equipo conjuntado y en armonía desde el primer momento y otros equipos dónde parece que han salido discutidos desde el primer momento y que dan la sensación de tener poco futuro. Ves piernas y traseros que en la cola de la pescadería no te hubiesen llamado la atención, pero ahí te chocan y te generan admiración hacia sus propietarios.

Al final lo que acabo viendo esa noche, aunque la carrera sea bien diferente, es lo de siempre en todas las carreras, los fuertes, los “piernas” por delante se disputarán la victoria, por el medio y por detrás gente de lo más normal que jugarán a acabar y a divertirse después de mucho entrenamiento a sus espaldas.

La semana continua, sigo haciendo turismo en compañía de mi mujer, mis hijas y una pareja con otros dos niños. Me voy acostumbrando a las montañas que me rodean y a fuerza de verlas dejan de impresionarme, si hay que subir subiré, eso sí que no me metan prisa. Comienza el montaje de la feria del corredor, en una de las plazas instalan unas 40 cabañas de madera, los carteles aparecen de la nada como en vísperas de elecciones. El miércoles por la tarde me encuentro con la gente de Granada con quienes comencé hace justo dos años este camino. Me ofrecieron en aquella ocasión una plaza en el refugio de Amitges y con dos de ellos de los 5 que empezaron completé el recorrido de Carros de Foc. Desde entonces hemos ido coincidiendo en alguna carrera buscando los puntos para estar en Chamonix. Han venido cuatro, tres de ellos correrán la versión larga UTMB y otro, Pepe, este año hará la corta, CCC. De los tres que van a participar como yo en la UTMB, dos Chema y Luis el año pasado estuvieron corriendo la CCC, el tercero Isidro acude por primera vez a esta fiesta en Chamonix.

El miércoles continuamos de turismo y por la tarde ya pasamos a la feria del corredor. Llevamos toda la semana con constantes tormentas por la tarde, el año pasado el tiempo fue estupendo y se hizo el record de la prueba, 20h56 hablaré de eso y de quien lo hizo, un chico catalán de ventidos años Kilian Jornett que ganó en 2008 y este año 2009 también lo hará. Admirable su gesta y la de su antecesor, un picapedrero italiano jubilado que con 58 años ganó la edición del 2006 y repitió victoria en 2007, han hecho una película sobre él Un passo doppo l’altro, me llama la atención en el tráiler de presentación que dice que corre por venganza por lo dura y difícil que le ha resultado su vida, corre y gana por eso.

El montaje para recoger el dorsal es espectacular una cancha como dos veces nuestro polideportivo San Jose repleta de mesas y pasillos perfectamente dirigidos por dónde en función de la carrera que vayas a hacer recorres un camino u otro. Llegó con apenas un minuto antes de cerrar el acceso y me encuentro delante de mí al campeón del mundo de carreras de montaña y esquí de travesía, el chaval de ventipocos año que ganó en 2008 batiendo el record y que este año revalidará triunfo aunque en ese momento no lo supiese, el señor Kilian Jornet. Es una curiosa coincidencia porque en el Trail de Andorra también recogió el dorsal delante de mí, en aquella ocasión le abordé para charlar con él y ahora no puedo evitarlo de nuevo. Le saludo y le recuerdo la anécdota, es un tipo sencillísimo, muy joven que nació en un refugio de Cataluña dónde se crió, de casta le viene al galgo. En Andorra me estuvo enseñando el prototipo de Salomón que estaba probando a modo de mochila, el año pasado hubo mucha polémica porque todo el material exigido lo llevaba la camiseta y aunque lo controlaron en muchas ocasiones este año su espónsor quiere evitar problemas y han diseñado una mochila ultraligera. En Andorra la gente alucinaba y decían que aquello era como atarse una bolsa del Carrefour a la espalda, el caso es que ahí era capaz de llevar todo lo que necesitaba. Le pido consejo y me dice que me reserve y sea prudente, no le digo nada pero se podía haber ahorrado el consejo no tengo la mínima intención de correr ningún riesgo he venido a acabar y voy a ser cauto y prudente desde el primer kilómetro. Me hubiera gustado que me dijese algo como: “te voy a confesar el truco por el que soy un campeón del mundo si te haces la lazada al revés, llevas un calcetín de cada color y sacas la camiseta fuera del pantalón sólo 5 centimetros subes mejor las cuestas y no acumulas ni ácido láctico ni cansancio”. Me despido de él y nos deseamos suerte mutuamente.

El grupo de Granada y yo nos damos cita en la feria del corredor para hacernos una foto y tomar una cerve, ya estamos marcados como los toros todos tenemos ya la muñequera de color rojo con uno de los chip, el otro va en el dorsal.


Comienza la tormenta de todas las tardes. Tenemos que meternos bajo una carpa porque arrecia el agua, desde hace unos días además de ir al baño con regularidad he adquirido la costumbre de leer, mejor dicho memorizar la meteo de los franceses. Hacer una carrera de este tipo pasado por agua aumenta su dureza considerablemente, la experiencia de Andorra no me apetecía volver a repetirla. Tomando la cerve repasamos que el parte para la noche del viernes y el sábado no da lluvias, da alguna nubosidad en la madrugada del sábado pero no da lluvias. En ese momento y tal como cae el agua nos parece increíble que en 24 horas toda la nubosidad vespertina de esta semana vaya desaparecer la tarde siguiente.

Jueves 27, más turismo. Por fin amanece el viernes 28, el gran día. La carrera comienza a las 18h30 y esa mañana decido no salir, se marchan sin mí a dar una vuelta por el pueblo, comerán en Chamonix y yo me quedo sólo en casa preparando mochila y material. Luego el festín de pasta, con una botellita de vino y a la siesta como los toreros, después el ritual en soledad de vestirse y a la plaza de Chamonix a escuchar la famosa sintonía de la banda sonora de “1492”.




MATERIAL

Antes de que llegue a la línea de salida, abro este capítulo porque a priori me parecía una asunto importante para la carrera, al final la preocupación que tuve terminó diluyéndose y aunque la carrera es larga y en ella te puede pasar de todo, el material no es más determinante de lo que puede ser en otra carrera de 100.

Llevaba mucho tiempo pensando en este objetivo, subiendo escalones haciendo carreras más largas y con más desnivel. Había tenido la suerte de disfrutar de condiciones metereológicas favorables hasta la fecha, a pesar de ser carreras que discurrían por montaña. Pero de repente en Julio, el último test antes del gran objetivo me encontré en medio de una tormenta eléctrica y de agua en Andorra subiendo el Pico Comapedrosa, eso también son las carreras por montaña. Llevaba 3 horas de carrera apenas 17km y estaba calado, noche cerrada e iluminación insuficiente. Esa experiencia me hizo replantearme varias cosas, vestuario, iluminación etc. Era momento de jubilar las mallas y camisetas que tanto tiempo me habían acompañado por la Peña Hueva, por Iriepal, por Taracena, alguna era de finales de los años 80 ¡que cutre!. Quince días antes de salir hacia Chamonix me doy una vuelta por la red y selecciono tres tiendas que por ofertas me ofrecen unos precios de lujo. No es la semana de moda del Corte Inglés pero me visto a la moda en 7 días.

Busco chaqueta de Goretex Paclite ligera que me de confianza aguantando agua y que transpire lo mínimo, busco mallas piratas de abrigo y que transpiren, busco camisetas de manga corta y manga larga térmicas ligeras, busco frontales con suficientes lúmenes como para ver el camino, busco bastón ligero que no me contracture la espalda. Todo eso busco y todo eso encuentro en León, en Girona y en Huesca, maravillas de Intenet, y yo en Cádiz con la visa como el abuelete del anuncio. Ha sido mucho tiempo preparándome y no quería dejar ninguna ventana abierta por la que pudiesen entrar los problemas, aunque me viese obligado a romper la hucha para ello.

La mañana del viernes horas antes de salir, acabo de preparar la mochila con la que voy a correr y preparo un saco con material de repuesto que la organización enviará al kilómetro 80 en Courmayeur dónde hay un avituallamiento importante con comida caliente y asistencia médica. Ahí podremos encontrar alguna solución a cualquier problema que se nos presente en los primeros 80, desde ahí se acabo la asistencia, con lo que salgamos de Courmayeur tendremos que llegar a Chamonix.

La mochila que preparó para correr contiene un camel Back y dos bidones, el camel será mi reserva de agua llevaré un poco más de medio litro como reserva de emergencia pero voy a ir bebiendo de los bidones que llevo en los tirantes se rellenan más fácilmente y eso me permitirá ganar tiempo. Cargo con varios geles y unos cuantos sobres de sales que llevo en el bolsillo lateral de la mochila. En el cinturón llevaré cámara, teléfono, un mp3 para las crisis, manguitos para el atardecer, chaleco ultraligero y un Buff. En el interior de la mochila y metido en bolsas de congelado llevaré una chaqueta de Gore, una camiseta de ML, dos camisetas térmicas MC y ML, unos calcetines y unas pantorrilleras. Otra bolsa pequeña con el botiquín, antiinflamatorios, paracetamol, nolotil, venda obligatoria, compeed, aguja e hilo y pomada para pies. Por último una bolsa con las linternas, llevo dos frontales obligatorios que nada tienen que ver con el que utilizo para leer por las noches en la cama, alumbran de verdad, no son muy pesados y tenemos que llevar un juego de pilas de respuesto. Los miopes debemos preocuparnos de los ojos también, el año pasado un conocido en una caída tonta rompió las gafas y por no llevar de respuesto tuvo que abandonar, decido llevar gafas y lentillas por si tropiezo dos veces. En otro bolsillo de la mochila dejo un poncho por si llueve a mala uva. Una foto de mi sobrina me hará compañía y me insuflará ánimo en los momentos de bajón, algo de dinero por si tomo el vermut el sábado y el DNI completan mi equipaje. Saldré a correr con una malla pirata, una camiseta de manga corta y los bastones, además del portadorsal.

Además de la mochila preparo la bolsa intermedia en ella hay que dejar aquello que creas que puedas necesitar si tienes algún problema en la primera mitad, lo más evidente un par de zapatillas además de eso dejo un recambio completo de toda la ropa por si la primera mitad es pasada por agua y hay que cambiarse para afrontar la primera noche, además por si no hay agua y lo que me espera el sábado es calor dejo unos pantalones cortos. También dejo más sales y algún otro gel con cafeína, cremas y compeed por si tengo problemas con los pies. Por último unas toallitas para hacernos la toilette y salir a la segunda mitad como nuevos.

Antes de enfrentarme a la carrera quería cubrir cualquier pequeña esquina por la que se pudiese fugar mis posibilidades de acabar, ahora tras haberla acabado creo que fue excesivo todo el despliegue de ropa buscando ese “confort” en carrera. Preferí ser muy cauto y el resultado fue una mochila más pesada de lo habitual y una bolsa hasta el punto intermedio bastante voluminosa.




LA CARRERA

Viernes 28 de Agosto, cojo el coche desde Taconnaz, en breve pasare por ahí de nuevo. Son las 16h00 y hemos quedado en la zona peatonal con mi mujer, mis hijas, los amigos que están esta semana con nosotros y mis compañeros de Granada, además de con algún que otro Español.

Con Chema, Luis e Isidro, tres de los cuatro “saltabalates” granadinos que han venido como yo a correr el UTMB empecé hace dos años esta aventura. Juntos hemos corrido alguna carrera, pero la estrategia para esta es diferente. Chema viene operado de una rodilla el otoño del 2008, Luis no viene con mucha seguridad en sus objetivos e Isidro aunque se le ve muy fino y entrenado prefiere afrontar la carrera sólo y con unos ritmos más prudentes de lo que su aspecto y forma física evidencian. También había llegado hasta esta conclusión de correr sólos yo, aunque hemos compartido muchos kilómetros el UTMB me parece que se debe afrontar individualmente y que la carrera te lleve hasta el pelotón que comparta tu ritmo.

Aún así hemos quedado para entregar la bolsa y vivir juntos los momentos previos a la salida en la plaza de Chamonix.

No tengo cd y sintonizo algo que debe ser como los 40 pero en versión francesa, ¡joder que sosos!, voy completamente eufórico, pseudoempalmao y no logro encontrar nada más que baladas y comentarios políticos. Apago la radio, no necesito ni música tengo la mente a 100 y quiero empezar ya, estoy muy cansado de la espera hace mucho ya que me siento preparado.

Aparco y me encuentro con mi mujer y con los compis, es como si un ejercito de tios y tias en pantalón corto con bastones en las manos y en lugar de colonia réflex hubiese decidió echarse a la calle mayor de Guadalajara a dar un paseo.


Me presentan a algún que otro español que también ha quedado en el mismo punto de encuentro con nostros, saludo a uno de ellos, también se llama Isidro es de un grupo maratoniano andaluz que se llama pretorianos horas después en carrera sufrió una caída y tuvo que ser retirado por un helicóptero medicalizado tenía un par de vertebras fracturadas y ha sufrido una odisea para ser repatriado desde el hospital francés con un avión medicalizado hasta Sevilla.

Nos vamos dando un paseo al polideportivo dónde debemos dejar el saco intermedio. Las niñas revolotean alrededor de nosotros pero sólo tenemos una pregunta que repetimos y repetimos, me recuerda a la universidad: “sales en manga corta o larga”, “tú que llevas tergal o algodón”, “cuantos geles cogiste”, “que zapas te has puesto”…. El polideportivo dónde dejamos las bolsas me hace recordar el capítulo de Barrio Sesamo que hablaba sobre la diferencia entre grande y muy grande.


Ya sin el petate intermedio deshacemos el camino y volvemos a la calle peatonal de Chamonix, cuando nos acercamos a la plaza de dónde parte la carrera hay un revuelo bastante grande con algunas cámaras de Tv. Nos acercamos y es el amigo Kilian Jornet, recordman de la prueba el año pasado con 20h56’, ahora mismo (lunes 28 de Agosto) esta corriendo en EEUU tratando de batir otro record en una prueba de 165 millas que al cambio son 266km para conseguirlo debe llegar antes de 45 horas. Nos acercamos y tras esperar a que acabe de atender a las cámaras y que se haga unas cuantas fotos le asaltamos para saludarle y hacernos nuestra foto. Que majete, antes de que le viese en Andorra el 5 de Julio apenas unas semanas antes a primeros de Junio se había acercado a la isla de Corcega con su querido esponsor Salomon a recorrer el GR20 de 200 km y 12800 m de desnivel positivo en menos de 33 horas. Os pongo dos fotos, en la primera insisto para que me cuente el secreto de la facilidad con la que corre pero no suelta prenda, en la segunda fijaros como sale a correr 166km ni los sábados por la mañana vamos así de ligeritos en apenas 5-6 horas de carrera estará pasando un collado de más de 2800 metros con niebla cerrada, lo sorprendente es que va tal como le veis en la segunda foto y con un chubasquero azul hiperligero. Un chaval majísimo Kilian, cercano y accesible además de muy eduacado.



Buenos tras ese pequeño momento de gloria llegaba el instante de la verdad, el a la plaza por la zona VIP y nosotros por chiqueros


Llegamos a la plaza por un callejoncito, nada de alfombritas y vallas para los vip, se nos había ido la hora y la plaza estaba, como estaba la plaza…………….ABARROTAAAA.


Dedicimos salirnos al final y en un trozo de césped nos tumbamos, una americano nos hace la foto mientras unos ingleses duermen como si acabasen de llegar del botellón. Para que les vayais conociendo son mis amigos granadinos, de izquierda a derecha primero y de rojo Isidro, luego Luis, después un miembro del comando Bejanque y por último mi amigo Chema, finisher 2009 como yo.


Lamentablemente Isidro por hacer una estrategia muy conservadora se perdió junto con otros tres franceses y tras dos horas de tocar silbato –material obligatorio por la organización- contactaron con un juez que con señales luminosas les indicó como regresar al camino. Llegó con 5 minutos de antelación al control del kilómetro anterior a Courmayeur y decidió retirarse había bajado sin hidratarse haciendo un esfuerzo muy grande y por delante había mucha carrera. Isidró planifico su carrera de una forma más conservadora que mi planteamiento y se encontró que superando el primer collado importante estaba a cola de pelotón, sin riesgo por el corte horario pero con el problema que en esas posiciones el pelotón se ha estirado tanto que debes ir concentrado en la señalización. Si corres un poco más adelante del pelotón esa tensión te la evitas porque vas en un carrusel de luces que en todo momento te marcan el camino.

Luis también decidió retirarse en la misma salida de Courmayeur, llevaba más de 20 kilómetros en los abductores y el parón para comer en Courmayeur no le permitió recuperarse.

Así nos hacíamos la última foto antes de salir de la plaza, no tendremos la misma cara el domingo por la mañana.


En la plaza aún hay tiempo para saludar, me habían hablado mucho de él y lo ví de lejos en Ronda. Este creo que es su segundo intento para lograr acabar el UTMB el año pasado la barrera horaria le impidió seguir en el kilómetro 80. Lamentablemente no es muy veloz, me han contado que su estrategia pasa por caminar muy deprisa y cada 6-8 pasos intercala dos zancadas. Tiene más de 70 años ha sido pastor y al contrario que yo me da la impresión que no se ha preocupado mucho por la indumentaria, viste con camisa de vestir y pantalón largo de tergal, le acompaña su hijo con mochila roja. Este hombre es hiperconocido en Andalucia se llama Paco y corre, más bien camina, todo lo que sea más largo que un maratón pero esta vez el domingo 30 de Agosto a las 11h03 después de 40h33 para recorrer unos 140 km con el dorsal 1412 este ejemplo de superación se tuvo que retirar al no lograr pasar el control horario a tiempo. Asombroso que en menos de un mes, este pasado 27 de Septiembre haya logrado finalizar una carrera de 108 km con +10500m que une la provincia de Valencia y Teruel, sobrándole 1h sobre el tiempo máxima que da la organización, ¡amunt Paco!..


Sube el volumen de la música, la banda sonora de 1492 La Conquista del Paraíso mete más emoción aunque con Paquito el Chocolatero también hubiese servido porque el nivel de adrenalina en la plaza es brutal, cada uno con su entreno, sus circunstancias y sus opciones. Cuenta atrás y salida, primera cagadilla hemos estado muy descansados, nos hemos relajado pero estamos al final del pelotón y la salida es más estrecha que la calle Bardales, tardamos unos cuantos minutos en pasar por el arco y la calle esta atascada de momento nada de correr….con las ganas que tengo. En la plaza nos hemos despedido y hemos acordado que cada uno haga su carrera, yo conozco estos primeros kilómetros y son muy corribles voy poner un ritmo ligero y para cuando lleguemos a la primera gran subida ya veremos como estoy respecto a Chema, Luis e Isidro.


Os pego un par de enlaces a un video de una televisión local para que veais el momento de la salida la facilidad con la que corre Kilian y os detengáis en el 1’27’’ dónde a la derecha estaban nuestras animadoras particulares con bandera amarilla.

http://www.youtube.com/watch?v=ImKWqf1TKgw&feature=player_embedded#t=74

http://ser13gio.blogspot.com/search/label/Ultra-Trail%20du%20Mont%20Blanc

Más videos

http://chamonix-meteo.com/

Por fin salimos de la plaza, tardamos mucho tiempo en poder corre por fin abandonamos el pueblo y por asfalto vamos cogiendo ritmo, Luis a mi izquierda siempre, Chema un poco más atrás e Isidro a su lado. Abandonamos el asfalto para meternos en el camino que por el bosque nos llevará hasta el próximo pueblo Les Houches En un momento determinado me giro y ya no veo a mi lado a Luis, están unos metros más atrás la carrera así lo ha querido, no les digo nada y sigo progresando.


Había recorrido este camino y reconocí dos rampas muy fuertes en las que no tenía intención de correr, por lo que veo en carrera con la gente que me rodea no era el único que pensaba de esa forma. Seguro que los corredores que van por delante de nosotros las pasaron corriendo.

Llegamos a les Houches y abandonamos el bosque, volvemos a pisar asfalto, sigo corriendo mejor dicho trotando.


Hacía menos de cuatro días, el martes 25 estuve a las 23h00 viendo pasar a los corredores de la PTL, muchos de ellos todavía no habrán llegado. En Les Houches está el primer avituallamiento líquido, me habían hecho una descripción de los avituallamientos de esta carrera: “son como una boda y los franceses se ponen gochos comiendo de todo”. La verdad es que este primero es sólo líquido y no está muy organizado, me cuesta encontrar un lugar para rellenar el camel y no hay mucha bebida isotónica. A la salida del avituallamiento comienza la primer subida me llevará a un collado por el que he pasado ya pero con un trenecito. Hay que subir hasta la Charme que se ve desde la casa que tenemos alquilada, el camino por el que comienza la subida es muy ancho y está en pleno bosque. Comienzo a coger ritmo y veo que subiendo sin forzar lo más mínimo y caminando siempre voy pasando gente, me superan algunos que vienen hasta incluso trotando pero el balance siempre es favorable y voy superando posiciones.

Rápidamente ganamos altura animados por multitud de gente que saca mesas a la puerta de su casa y con cencerros gigantes animan en todo momento. En la segunda foto y de naranja esta quien al caerse se fisuró un par de vertebras y tuvo que ser evacuado, se llama Isidro como el compañero de Granada que también inició la carrera conmigo.


El primer desnivel de 800m lo supero anocheciendo, al llegar a la cima la temperatura baja, me cambio de camiseta, me pongo la chaqueta de Gore y el frontal porque ya es de noche..


Me queda una bajada pronunciada hasta Saint Gervais de dónde parte el tren que se emplea para la aproximación al Mont Blanc. Sobre la bajada he leído que hay que tener mucho cuidado, discurre por un bosque con raíces y además hay rampas muy pronunciadas, un exceso ahora se puede pagar muy caro en lo que resta de carrera. Entramos en el pueblo de Saint Gervais el que está debajo del primer piquito.


Se trata del primer avituallamiento importante, este si que es espectacular, es el kilómetro 21 son las 21h35 del sábado llego en el puesto 1817 y me encuentro todo tipo de comida. A pesar de que tengo el hígado lleno de carbohidratos después de comer mucha pasta estos últimos días me obligo a reponer líquido y comer para que no falte energía, procuro hacerlo rápido pero al final consumo más tiempo en este primer avituallamiento. Antes de abandonar la plaza por las escaleras me vuelvo para hacer una foto a la boda.


Mi próximo objetivo es el Col du Bonhome, por delante 23 kilómetros y más de 1600 m de desnivel, es noche cerrada ya. Antes tengo que superar la primera barrera horaria, debo llegar al kilómetro 31 antes de las 0h45, no veo ningún problema el terreno es favorable y con el frontal el camino es corrible. Vigilando a mis piernas para que no se disparen voy controlando el ritmo y sigo avanzando, la prudencia ante lo desconocido es mi máxima y para cuando llegue la crisis quiero tener algo de reservas para poder defenderme. Llego a Les Contamines a las 23h45, ningún problema con el límite horario me sobra una hora y paso en el puesto 1701. El avituallamiento son dos hileras de unos 50 metros a ambos lados de la calle dónde encuentras una zona de bebidas frías, bebida caliente –caldos- y comida. Sigo obsesionado con no coger frío en carrera, hidratarme bien y reponer fuerza, así que sin detenerme me aplico como Don Carpanta y me pego un festín a la salud del novio. Seguimos corriendo por un bosque en la orilla de un río, llegamos hasta Notre Dame de la Gorgue dónde comienzan la subida hasta el Col du Bonhome, hasta el próximo avituallamiento de La Balme hay un desnivel bastante fuerte aunque es un camino como de losas de piedra ancho que resulta bastante llevadero. En las subidas toca picar bastones y con muy poco arte voy pinchando en el talón de Aquiles de todo el que llevo por delante, PAGDON una sonrisa y tema cerrado. Ya os dije que yo soy de la especie conocida como “maratoniano” y en el uso de los bastones no estoy muy instruido.

Llego al avituallamiento de La Balme, kilómetro 39 y posición 1536, es la 1h33 la barrera horaria era a las 2h45. Aquello parece Disneyland, hay un juego de luces de navidad que mide casi medio kilómetro y al final hay unas carpas como si fuese una boda gitana. Para colmo han montado una chasca como en la noche de San Juan, en un momento de chalaura después de estar un buen rato bebiendo y comiendo a dos carrillos, se me ocurre la jaimitada de coger la camiseta usada y tratar de secarla en la hoguera para tenerla en perfectas condiciones para lo que resta de carrera. Además me vuelvo a cambiar de camiseta, me queda el collado por delante y no quiero coger frío. Nunca había tenido tantos miramientos con la ropa, ahora que repaso las vivencias la experiencia de Andorra me trastorno un poco. Evidentemente no consigo secar la ropa, malgasto un buen rato en esa hoguera sin recordar que estoy en una carrera y no de acampada en el Alto Tajo además cuando me retiro de la hoguera salgo destemplado y aturdido, lo más positivo es que en ese momento escucho unas voces conocidas y me encuentro de frente a mis dos compañeros Luis y Chema. Nos abrazamos y nos decimos que adelante, todavía no hemos ni estirado nos queda salir de Francia, visitar Italia, entrar en Suiza y regresar a la Francia, como cuando salimos de ruta los fines de semanas que visitamos pueblos sólo que aquí son países.

La subida hasta el Col du Bonhomme nos pone en nuestro sitio, hasta el momento la primera subida fue por un camino ancho y fácil, la bajada por el bosque no era muy técnica y desde Saint Gervais hasta el avituallamiento anterior el recorrido era camino no muy técnico, es decir un recorrido muy favorable. La salida del avituallamiento es el inicio de la carrera de montaña, los desniveles se endurecen el camino se estrecha y en muchos puntos con escalones se producen embotellamientos, subimos a muy buen ritmo ganando posiciones por fuera del camino, Chema marca ritmo y en fila le seguimos Luis y yo. Aparece la niebla según subimos, no llueve pero la noche es muy húmeda y fría. Llegamos al refugio de la Croix De Bonhomme a las 3h23 puesto 1504. Hay dos tiendas de campaña esféricas de North Face y detrás de una de ellas volvemos a cambiarnos de camiseta, ahora me toca una que esta menos sudada que la que llevo, me quito los manguitos que es lo que he llevado en la subida y me pongo la chaqueta de Gore sopla un viento gélido, estamos a casi 2500m.

Comenzamos una fuerte bajada que nos liquidamos rápidamente y así llegamos hasta Les Chapieux en el kilómetro 50, son las 4h28, este avituallamiento es mejor aún. Se trata de una carpa inmensa con las mesas, decidimos coger la comida y la bebida rápidamente. Después de encontrarme con Luis y Chema nuestro paroxismo se incrementa, ya os he hablado de la obsesión por buscar confort con la ropa, la obsesión por procurar hidratarme perfectamente y por reponer energía, tras encontrarme con ellos nos aparecen dos nuevas obsesiones. Una de ellas mantener la función renal, es decir mear, porque como creas que estas bebiendo lo suficiente y no hagas ni una gota te garantizo que estas jodido. Así que como críos en el patio del colegio nos miramos de reojo para ver el color de la orina de nuestro amigo, a estas alturas de carrera ya hemos hecho piña y nos sentimos completamente unidos así que la suerte de uno es la suerte de todos. Sobre la segunda obsesión habrá que esperar a la segunda noche para que nuestro organismo responda.

Cuando me preparé la carrera me tomé la molestia de contar las cuestas arriba y las cuestas abajo, memorizando cada pico. Llevamos dos dientes de una sierra con 10 montañas y la próxima es el punto más alto de carrera el Col de la Seigne. Luis nos comienza a decir que tiene molestias en el abductor y no tiene claro continuar, le convencemos para seguir hasta Courmayeur dónde tenemos nuestro saco mágico y allí que tomé la decisión después de comer. La subida se inicia por asfalto para luego continuar por pista, según subimos el camino se estrecha y el sol comienza a dominar, Luis sigue sufriendo con sus abductores y nos dice definitivamente que sigamos porque se va a retirar aunque para ello va a tratar de llegar a Courmayeur dónde hay un autobús de la organización. Yo he hecho con él dos carreras y he comprobado lo duro que es, Chema ha compartido muchísimos más kilómetros con él y a ambos nos entristece mucho su decisión, además lo que le pasa a Luis es una posibilidad que planea sobre nosotros dos también. Chema y yo llegamos al Col de la Seigne a las 6h56, estamos en el kilómetro 60 y hemos dado un salto hasta la posición 1367.

En la cima del Col sopla un viento gélido y la sensación térmica es muy baja, comenzamos el ritual de cambiarnos de camisetas y abrigarnos pero un juez muy amablemente nos invita a pasar a una de las tiendas, es esférica como la del Col anterior. Abrimos la puerta y el espectáculo que encontramos es dantesco, hay como ocho tíos tirados en el suelo en colchonetas abrigados con mantas, detrás de nosotros entra un cámara y se pone a filmarnos.


Nos ponemos otra camiseta menos sudada y algo de abrigo y para abajo, nuestra sorpresa es mayúscula cuando descubrimos delante de nosotros a Luis a quien habíamos dejado hace tiempo atrás. Encontrarnos con él le reanima y nosotros tratamos de empujarle a continuar, así decidimos seguir juntos hasta Courmayeur comer cambiarnos de ropa y que luego decida si su abductor le permite continuar.

Amanece bajando el Col de la Seigne y entramos en Italia, la vista del macizo desde este lado es epectacular hago unas fotos hago unas fotos y seguimos corriendo. Un helicóptero seguramente con destino a las tiendas que acabamos de visitar sobrevuela por encima de nosotros.


Llegamos al Lac Combal en Italia a las 7h52, estamos en el kilómetro 65 nos quedan más de 100 por delante para seguir disfrutando de las sensaciones y los paisajes. De momento lo único negativo además de las molestias de Luis es el trasiego entre bambalinas con tanto cambio de ropa, a esas alturas de la carrera comprendemos que comer y beber es muy necesario pero que cambiarse tanto de ropa es una pesadilla y un dispendio de minutos y posiciones.


En el Lac Combal observo otra curiosidad de la carrera, estamos en el primer avituallamiento italiano. La carrera discurre por Francia, Italia y Suiza, que además de tener lenguas diferentes tampoco tiene las mismas costumbres. En los avituallamientos venimos encontrando: chocolates, frutos secos, queso, salchichón, pan y a veces sopas. En Italia el salchichón esta buenísimo, es una especie de Salami que esta acojonante, también cambia la marca de isotónica y con el café me dan azúcar, la repera sólo falta un periódico español. Además la gente que nos atiende ya no nos anima gritando “Courage Valeeeeentaaaan, allez Bon Courage” ahora nos sueltan un Braaaaaaaaaafvooo que nos suena más cercano.


Hasta nuestro próximo objetivo nos queda superar la Ârete MOnt Fauvre y hacer una bajada complicadísima hasta el pueblo de Courmayeur, dónde nos planteamos hacer una comida caliente sentados y asearnos completamente con las toallitas. Disfrutando de unas vistas maravillosas ganamos la cima e iniciamos el descenso, llegamos al Col de Checrouit o Maison Vieul en el kilómetro 73 a las 9h49 estamos en la posición 1336 y nos quedan 5 kilómetros hasta llegar a Courmayeur por un sendero muy vertical por el que hay que estar muy atento.


Courmayeur 10h41 del sábado 29 de Agosto, han sido 5 kilómetros muy verticales en los que me daba miedo sacar la cámara. Nos están esperando mi mujer mis hijas, Pablo, Trini y sus hijos. El avituallamiento es un polideportivo, el pasillo por el que llegas esta repleto de sacos, no teníamos ni idea de la posición que ocupábamos en ese momento, todos los datos que os he escrito los he recopilado de los SMS de seguimiento que envían al teléfono de contacto en carrera, es un servicio que tiene un coste de 10€ pero mi mujer recibió 26 SMS comunicándole hora de paso, kilómetro y posición, gracias a eso pudieron estar a tiempo de vernos en Courmayeur y en un próximo control.

Luis tiene muchas dudas, cogemos los sacos y entramos al polideportivo está repleto de mesas y hay una gran barra dónde unos camareros sirven bebida y comida. Veo un puesto de sanitarios y unas colchonetas dónde hay gente durmiendo. Nos buscamos una mesa y comenzamos a hacernos la toilette, esta vez sí el cambio de ropa esta justificado, tal vez sea el único que haya que hacer el resto es jugar a abrigarse. Camiseta nueva, pantalón corto porque el día va a ser caluroso, calcetines nuevos y pantorrilleras y cometo el gran error de no cambiar de zapatillas. He utilizado unas Asics Trabuco, ideales para rodar pero la dureza del terreno hace asomar una molestia en el metatarso por la unión entre dos partes de la suela. No me atrevo a cambiar de zapatillas, tengo unas Brooks Cascadia pero prefiero no arriesgar con un cambio, con el tiempo veo esa decisión como un error. Hacemos cola, recargamos líquido y cogemos un plato de pasta, salami, queso y pan. Comemos rápido y sustituimos algunas cosas de la mochila.


Luis recarga pilas y toma la decisión de continuar a pesar de sus molestias, hemos consumido una hora. Salimos del polideportivo y le doy un beso a mis niñas y mi mujer, sólo nos queda la mitad nos dicen que nos verán en Arnuva kilómetro 94 antes de pasar a Suiza, pero para llegar allí tenemos que subir al Refugio Bertone y pasar por el refugio Bonaitti. La salida del pueblo es un caos, estamos en Italia y no hay que olvidarlo el Salami está más rico que el salchichón francés pero no hay un guardia que pare la circulación así que a bastonazo limpio imponemos orden en el cruce. Llegamos a la primera rampa en la salida del pueblo y Luis se detiene, su abductor no va bien y queda la mitad de la carrera si esto fuese una carrera de 100km hubiese hecho ese esfuerzo pero estamos a la mitad y aunque parezca inexplicable la carrera no ha empezado todavía ni lo hará hasta que lleguemos a Champex le Lac en el kilómetro 123, ahí sí que seremos luego capaces de entender lo que hemos asumido como dogma de fe que la carrera comienza en Champex, todo lo anterior no habrá sido nada más que un agradable paseo por los Alpes. Ahora sí abrazamos a Luis para despedirnos definitivamente de él, nos ofrece cualquier cosa que podamos necesitar y regresa hasta el polideportivo para tomar un autobús de la organización que le lleve a Chamonix.

Salimos de Courmayeur y nos metemos en el bosque, por delante 4 km y 800 m de desnivel. Empezamos las primeras rampas y me encuentro con un catalán con el que subí en taxi al refugio desde el que salímos en Carros de Foc, había estado en las primeras ediciones del Maraton de Sables. Hablamos sobre lo que nos queda, conoce la carrera pues consiguió terminarla el año pasado y puede hablar con propiedad. Él también no dice que hasta Champex le Lac no empieza la carrera, a esas alturas son muchos quienes nos lo han comentado ya y también lo hemos leído en muchos lugares, pero la verdad somos incapaces de entenderlo, no lo ponemos en duda pero la euforia del principiante nos empuja a cuestionar esos consejos. Nos despedimos de él pues llevamos un paso en la subida bastante más rápido que ellos, llegamos al refugio Bertone a las 13h07 posición 1225, no nos ha pasado nadie en la subida y hemos adelantado bastantes puestos aquello nos da mucho ánimo. El refugio está repleto de turistas comiendo en una preciosa terraza a la vez que nos animan.


Desde este refugio hasta el próximo punto importante nos queda un tramo de toboganes que hacemos corriendo con una fuerte subida hasta el refugio Bonaiti, después bajaremos hasta Arnuva en el kilómetro 94 allí nos esperan de nuevo nuestro equipo de seguimiento. Disfrutamos de la vertiente sur del MontBlanc


A Arnuva llegamos a las 15h47 en la posición 1102 y estamos en el kilómetro 94, encontrarnos con nuestro equipo de apoyo –Ana, Lucía, María, Trini, Pablo, Lucía y Javier-nos insufla ánimo. Tras comer y beber tenemos que subir al Grand Col de Ferret, comenzamos la subida a muy buen ritmo, cedemos el paso en el sendero a un inglés que viene como un cohete y a las 17h29 estamos en la cima, hemos ganado alguna posición hasta ocupar el puesto 1063. El Col se pasa a 2537m de altura, sopla bastante viento y estamos en la frontera con Suiza. Sin detenernos y sin abrigarnos más nos lanzamos hacia la bajada tratando de entrar en calor mientras corremos, nos queda por delante una bajada eterna de más de 1500 m de desnivel en 10 km de distancia. La primera parte es muy corrible pero pasaremos por rampas muy pronunciadas en las que tendremos que prestar mucha atención y finalmente recorreremos un sendero en una ladera en el que encontramos algún tramo con cadenas para los meses de nieve.


Por fin llegamos a La Fouly es un pueblo Suizo y nos llama la atención el orden en el avituallamiento y el nuevo cambio de bebida isotónica, si en Francia era Maxim, en Italia Victory Energy aquí en Suiza volvemos a la marca Maxim. El salami ya no es tan bueno como en el lado suizo pero el queso está de lujo. Comemos el menú de siempre pan seco, queso, salchichón y un plato de sopa de fideos. Chema ya no se acaba la comida yo me aplico a la tarea y no dejo ni una miga. Estamos en el kilómetro 108 son las 19h41 llevamos más de 24 horas de carrera y estamos avanzando en la clasificación, muy lentamente pero seguimos progresando ahora ocupamos la posición 1045, esto nos ánima no estamos tan chisposos pero el diesel no se cala.

Todo el mundo nos ha advertido que la carrera comienza en Champex le Lac, para llegar a esa segunda salida nos quedan todavía 15km, el terreno es favorable pero las piernas ya no responden como antes. Seguimos corriendo en las bajadas pero en los llanos ya nos cuesta y el ritmo se ralentiza. Estos 15 kilómetros se nos van a hacer muy largos comienza a anochecer estamos ya en terreno desconocido nunca hemos pasado la distancia de 100k en ninguna carrera y salvo en otras actividades (alguna que otra travesía de espeleo de hasta 30 horas) nunca hemos estado más de 22 horas de esfuerzo en una carrera. Antes de correr planificando la carrera y por las experiencias pasadas me imaginaba perfectamente cuál iba a ser mi respuesta en la primera noche y hasta me atrevía a imaginarme en el día siguiente, es decir sabía que sensaciones viviría hasta la noche del sábado. Pero mi comportamiento ante la segunda noche sin dormir era una auténtica incógnita que en breve iba a resolver.

Entre La Fouly y Champex le Lac compartimos carrera con otro corredor de Castellón que al oírnos hablar en español se nos acerca y nos dice que si tenemos inconveniente en que vaya con nosotros, lleva toda la carrera sólo y está cansado de tanta conversación en francés. Nos cuenta que este año ha venido sin prepararlo mucho y que si acaba se llevará una apuesta contra todos los compañeros de su club que han venido con él pues creen que no va a terminar. Es del club Penyagolosa que organiza la marato i mitja que son tres medias maratones en cuesta juntas en el mes de Mayo en Castellón. Le preguntamos si conoce lo que nos queda por delante y dice que sí que ya estuvo el año pasado y que acabó en el puesto 320, al oírle nos cuadramos ante él. Nos cuenta que en 2008 tuvo una carrera muy accidentada, dice que el recuerdo que tiene del año pasado no es extrapolable porque había estado un año con una preparación intensiva para la carrera. En 2008 sufrió una torcedura de tobillo cuando iba más o menos por el puesto 100, se planteo retirarse y cuando sintió que había mejorado lo suficiente se reincorporó a la carrera en el puesto 1000 desde Courmayeur le quedaba la mitad de la carrera fue capaz de recuperar posiciones hasta llegar el 320 a Chamonix. Volvamos a nuestra carrera, antes de llegar a Champex hay que ponerse el frontal, para llegar al pueblo nos toca subir un desnivel de unos 450m la subida la hacemos en pelotón con un grupo al que hemos cogido.

Por fin llegamos a Champex le Lac y la feria que hay montada es espectacular. Estamos en Suiza y el orden es evidente. Hay una carpa enorme con un buen número de mesas y bancos para que tras recoger la comida vayamos cenando, al fondo hay sitió para familiares que pueden cenar junto a los corredores. Estamos en lo que todo el mundo conoce como el inicio de la carrera, son las 22h36 es el kilómetro 123 estamos en el puesto 905 y recibo una llamada de mi mujer muy sorprendida por la progresión para darnos ánim, hablamos un rato y para animarnos se despide diciéndonos que sólo nos queda un maratón. Lejos de animarme me crea una incertidumbre, el tramo último de carrera siendo un recorrido muy favorable nos ha llevado casi 2 horas. Por delante nos queda para esta noche tres subidas de 800 m y otras tantas bajadas. Antes de llegar Chema y yo hemos hablado que nos merecemos un avituallamiento tranquilo, los últimos los estamos haciendo muy rápidos así que para la cena nos fijamos 45’ máximo. Después de cenar visitamos otra carpa dónde hay unas colchonetas y calefactores gigantes, además hay un auténtico ejercito de gente durmiendo. Calentitos y cómodos evitando pisar a algún colega, nos ponemos la mallas pirata, pantorrilleras y abrigo en el cuerpo, la noche ya está encima y pasaremos por puntos elevados dónde hará frio.

La salida del pueblo es bastante graciosa, un cruce sin importancia es custodiado por una pareja de policías, hace unos kilómetros en Italia vivimos la versión latina del control del tráfico para una carrea, aquí se nota que el infujo no es ibérico y muy marcial y ceremoniosamente interrumpen la escasa circulación, como gesto de agradecimiento nos echamos una carrerilla, si total a eso hemos venido. Antes de afrontar la subida a la Bovine comienzo a tener un sueño espantoso, trato de aguantar pero me duermo literalmente caminando. Chema me ofrece su bastón de forma transversal para que pueda cerrar los ojos unos segundos y seguir caminando en el llano. Pronto llegamos a la rampa y ahí la estrategia para combatir el sueño es colocarme detrás de Chema y fijarme en sus talones. Tengo alucinaciones y veo figuras humanas en los troncos de los arboles. Llegamos a la cima de la Bovine en el km 132 a las 2h10, he pasado un sueño terrible y sólo he podido recuperarme un poco gracias a una charleta con otro corredor español, astrónomo en Las Palmas y castellano de Zamora. Además de madrugada he recibido una llamada, un amigo de Barcelona que me siguió en Andorra me llama desde Lanzarota está de vacaciones y esta noche le toca juerga, él se está atizando un estupendo isostar de ginebra y yo voy tomando bebida isotónica y geles con cafeína. Como os digo me he pasado la subida desencajandome la mandíbula por los bostezos que el sueño me causa.

Sopla viento en la cima y rápido nos ponemos a correr para llegar a la bajada, en mi especial forma de entender la carrera sólo nos quedan 34 km en tres bajadas y dos subidas, para motivarnos le explico a Chema mi singular desglose: “esta que bajamos no cuenta porque como estamos ya en ella hay que hacerla sí o sí, la bajada que nos lleve a meta tampoco la cuento porque como te lleva a meta iremos eufóricos y no nos costará, la última subida la haremos con el aliento de llegar a la última bajada para conseguir entrar en meta, así que esto esta chupado sólo nos queda realmente de sufrir unos 750m de la subida y su bajada”. Vaya tontería que reducción al absurdo, no me imaginaba lo que nos quedaba por sufrir todavía hasta el siguiente mediodía.

La bajada hasta el pueblo de Trient la hacemos a muy buen ritmo, a mitad de bajada nos paramos para que Chema aboné la Francia. Le doy un pañuelo de papel y el último recuerdo que tengo es el de cerrar la mochila guardar el paquete y sentarme en una piedra junto a la senda. Lo siguiente que recuerdo son destellos, franceses que pasan y me preguntan si todo está bien, yo les respondo que por supuesto que estoy muy bien, no hace frío estoy relativamente cómodo, pues claro que estoy bien les respondo a todos. Llegan a resultarme un poco pesados, pues me lo preguntan unas tres personas, por fin en un chispazo me acuerdo de Chema y comienzo a llamarle, no veo luz por los alrededores y con la dieta que llevamos ya debía haberse levantado. Sigo gritando y no me contesta de pronto me doy cuenta, me he quedado dormido sentado en esta piedra, me incorporo y grito más, muy abajo escucho una voz que me responde. Me pongo a correr y paso a todos los que se han interesado por mí, por fin contacto con Chema y me cuenta que cuando acabó al salir a la senda vio una persona que bajaba, se puso detrás de él y comenzó a contarle detalles de su hazaña de hacía un momento, como después de contarle detalle íntimos seguía sin contestarle se puso a su par y vió que no era yo justo en el momento que escucho mis gritos. Nos reímos un poco y seguimos hacia abajo a buen ritmo.

Llegamos al pueblo de Trient a las 4h04, estamos en el 138km y vamos en la posición 873, en esta bajada Chema comienza a resentirse de su rodilla, aunque no le ha impedido que corriésemos en la bajada, ya no llevamos el mismo ritmo. Este avituallamiento lo pasamos rápido, hay gente sentada en las mesas que se lo toma con tranquilidad nosotros comemos el menú de siempre y como novedad bebo de todo lo que lleve caféina: coca-cola, café tengo la vana esperanza de que esto me ayude a superar el sueño. Como soy muy fino a la salida del avituallamiento entro en un baño para repasar mis notas y dejarme un mensaje a los Franceses. Salimos con mucho ánimo, por delante dos subidas y dos bajadas, el perfil de la carrera es como una sierra sólo nos quedan dos dientes ya hemos recorrido otros ocho dientes.

La subida de La Catogne la sufro como no está escrito, el ritmo que llevamos es buenísimo vamos pasando gente continuamente pero tengo un sueño terrible, sigo detrás de Chema mirándole los talones pero me duermo literalmente, en una ocasión me descubro caminando hacia el lado de la pendiente, me tomo otro gel con cafeína para ver si reacciono. A las 6h16 llegamos a la cima, esta amaneciendo hemos ganado alguna posición 843 y estamos en el km 143. Sucede lo inexplicable, aparece la claridad y tras ella unos pequeños rayos de luz y algo se conecta en mi cabeza para olvidarme del sueño. Afrontamos la bajada con ánimo corriendo, bueno sí es que a eso se le puede llamar correr, pero la rodilla de Chema empieza a sufrir, se va quedando así que bajamos el ritmo hasta caminar. En la bajada recibo una llamada de Ana y nos anuncia una sorpresa, esa conversación nos da otro empujoncito y charlamos sobre lo que nos espera. A partir de ahora sólo caminaremos porque la rodilla de Chema ha dicho basta, es un terreno muy favorable por el que podríamos avanzar un poco más deprisa pero Chema ya no puede correr.

Por fin llegamos a Vallorcine, es el último pueblo antes de meta 7h43 de la mañana y kilómetro 148, hacemos lo que hemos hecho siempre en otras carreras pero que en esa ocasión y por la excesiva prudencia que llevábamos no hemos hecho. Nos asomamos a la carpa le pegamos el palo a la comida y nos vamos con viento fresco, ni 10’, todo muy profesional. La señora que nos observa se queda sorprendida le digo que tenemos un poco de prisa que ya descansaremos luego que esto es una carrera, si nos llega a ver visto de charleta en las otras carpas nos pega un bastonazo. Ahora sí que sí, nos queda una subida y la bajada a meta, la subida es dura un fin de fiesta de categoría son más de 800 m de desnivel con la parte final con continuos escalones de piedra de más de 40 cm algunos, antes tenemos que hacer un recorrido ascendente por asfalto y caminos. Al pie del inicio de la ascensión a la Tete aux Vents nos encontramos a nuestras “cheerleaders”, nos da un subidon y nos emocionamos.


Tras la alegría del momento nos toca el pastel del final, nos ponemos a subir.


La subida la empezamos a muy buen ritmo pero en un momento a Chema le da una pájara bastante fuerte, paramos un instante a recuperar y reanudamos la subida, me pongo delante para marcarle el ritmo, pero entre su rodilla y la pájara hemos bajado mucho el paso. Desde que nos separamos de Luis en Courmayeur Chema tira en las subidas y yo marco el ritmo en los llanos y bajadas. Hacemos cima a las 10h33 por delante sólo 12 kilómetros y estamos en el puesto 830. La mañana es maravillosa y el Mont Blanc está enfrente, en un momento de euforia olvidándome del estado de la rodilla de Chema recibimos una llamada para animarnos y les digo que sobre las 12h00 estamos abajo, todo lo que nos queda es bajada senda de piedras al principio y luego camino bueno.


Recorrer 4 km hasta el teleférico de la Flegére nos lleva casi 1 hora, Chema me lleva insistiendo desde que le dio la pájara en que tirase hacia delante que estaba más fresco y podía ganar posiciones. Ya me tengo que poner serio y decirle que ni se me ocurre, ni se me ocurrirá dejarle, a estas alturas de carrera lo que menos me importa es el cronómetro, empezamos juntos dos años atrás y tenemos que acabar juntos como cuando llegamos al refugio de Amitges.

Llevamos tanto tiempo caminando que no le he hecho caso a una pequeña señal de alarma en mis pies, tengo dos ampollas en los metatarsos por la zona de unión de la suela de las Trabuco, por mi forma de pisar no ha sido una muy buena elección. Como sólo caminamos decido no poner Compeed y me esfuerzo por controlar la pisada, al final me detengo para ponerme un Compeed vaya a ser que cuando Chema me proponga correr yo no pueda.

Antes de llegar a la Flegere hay que superar una pequeña cuesta, tamaño cuesta de Iriepal la de los sábados por la mañana, no la de las monjas. Nos adelanta una señora que los 60 años no los cumplirá ya, sube al trote y estamos en el km 159, la gente se deshace en elogios hacia ella y hasta nosotros le pegamos un aplauso y porque no se para porque si no le damos un abrazo. En otras carreras he visto muchos señores mayores afrontando esta distancia, señores de 60 corriendo y marcando muy buenos tiempos hasta ya os he contado el caso de Paco Contreras que no las corre sino que la anda, pero nunca había visto como en esta carreras mujeres de esa edad dándole a la zapatilla, la mayoría son francesas y merecen nuestra admiración y respeto.

Al iniciar la bajada nos encontramos de frente a Isidro, es el compañero que sufrió la pérdida en uno de los Col de la primera noche y que abandonó en Courmayeur, nos da un subidón y nos pegamos un abrazo. Sube vestido de corredor con mochila para reconocer el terreno y encontrarse con nosotros, nos dice que ya ha empezado su entreno para el 2010. Le contamos como lleva la rodilla Chema y nos dice que aún nos queda un par de horas, yo que aún calculo como corredor a pesar del cansancio les digo que no que llegamos antes pero la vedad es que Isidro clava el pronóstico porque Chema no puede correr nada a pesar de que es una camino por bosque estupendo para dejarse caer a meta. Se reserva un kilómetro de carrera para la entrada en Chamonix y la llegada a meta


Por fin salimos del bosque y entramos en el pueblo de Chamonix, Isidro nos ha abandonado ya se ha marchado corriendo para advertir de nuestra llegada, estaría bueno con el tute que llevamos que se la pierdan por tomarse el aperitivo, no tengo ni la más mínima intención de hacer un metro de más tras pasar la meta así que el que me vea bien y el que no que no que lo imagine porque no repetimos un paso.

Preguntamos cuanto queda realmente porque el pueblo se extiende bastante, nos llevan por las afueras y por fin reconocemos la entrada al centro del pueblo, Chema lleva guardado un kilómetro de carrera en sus piernas y no quiere malgastarlo todavía.

Por fin llegamos al río y pasamos frente al polideportivo en el que dejamos la ropa nos queda menos de dos kilómetros, nos encontramos a Isidro y Luis, nos dan camisetas y bandera para la entrada al pueblo y nos felicitan, sólo queremos dos cosas pasar la línea de meta y tomar una cerveza.


Recorremos la calle peatonal, vamos subiendo el ritmo por ansiedad de tratar de llegar por debajo de 43 horas, aún tenemos gasolina en las piernas y corremos por debajo de 5’ km, la adrenalina nos ha puesto a 100. Chema se resiente y bajamos un poco el ritmo, una plaza, otra vez el río, “¿dónde cojones esta la meta que se me ha acaba la reserva?” y por fin de nuevo la calle peatonal y el arco de meta


De frente por fín nos encontramos con nuestras hijas que salen al encuentro esto se acaba, todo tiene un fin y el de esta carrera está próximo.


Miro el reloj y son las 13h27, hemos llegado tras 42h57’ en el puesto 896 y con 165,8 km en las piernas tal como indica el libro de ruta. Me acuerdo fugazmente de la camiseta del club, la olvidé en Guadalajara cerrando la maleta, lastima esa foto alguien tendrá que volver a hacersela. Se desata la emoción y nos abrazamos con todos los que nos esperan.




Recogemos nuestro preciado chaleco North Face que nos acredita como finisher del UTMB y nos vamos a la búsqueda del mejor premio, ese líquido ambarino y amargo que a la vez que hidrata alegra.

Con la emoción y el cansancio de la llegada habló con Luis e Isidro, por una u otra razón no han podido llegar como nosotros, les digo que no duden en volver a intentarlo el año que viene, pero les comento que con una ocasión basta. En ese momento les cuento que tengo la sensación de haber corrido sólo de noche, y no es incierto realmente puesto que pasas un buen número de horas en la oscuridad. Les digo que esto de las carreras de 100 millas no tiene mucho aliciente para repetir. Ahora un mes después de esos comentarios relamidas las heridas me retracto completamente y me reafirmo en este tipo de carreras, son largas muy largas, hay tiempo para sufrir todo tipo de problemas y también lo hay para buscar todo tipo de soluciones, al final se trata de un pequeño paréntesis en tu vida en el que disfrutas de la naturaleza corriendo a la par que experimentas sensaciones poco frecuentes.

Ahora que vivimos a toda pastilla, que estamos en continuo movimiento, quiero que mi ocio no se viva de la misma forma, es el momento de buscar otras opciones.


CONCLUSIONES

La prudencia a la hora de afrontar la carrera nos ha permitido llegar en muy buenas condiciones al final haciendo una muy buen progresión que nos podría haber llevado a meta un par de horas antes si no se hubiese revelado la rodilla de Chema. Hemos gestionado de forma horrorosa el tiempo, muchas paradas para cambios de ropa y tiempo excesivo en las bases para avituallarnos, de acuerdo que son reposos pero el mejor descanso es el que te concedes bajando el ritmo consiguiendo guardarte unos minutos para dar alguna cabezada si la necesidad aprieta. Muchas de las personas que vimos durmiendo en los kilómetros 123 o 138 nos han pasado a la carrera durante la última bajada, guardarse ese colchón de tiempo por si el sueño te bloquea es una opción.

Respecto a los ritmos no nos hemos equivocado mucho, quizás podríamos haber corrido un poco más en la primera mitad de carrera para adelantar ya que en muchos de los tramos corribles en esa parte de la carrera nos parábamos adrede para guardar fuerzas para el final. Creo que el desgaste al final es más fruto del sueño y las molestias musculares que puedas llevar que de la propia fatiga, pues el rendimiento con el paso de los kilómetros se irá reduciendo pero lo que te provoca una caída drástica en tus ritmos es que te pares bien por el sueño o bien por cualquier causa traumática en forma de lesión.

Respecto al equipamiento muy satisfecho con el rendimiento de los frontales, hemos progresado mucho por la noche en gran medida gracias a la muy buena visibilidad. Sobre la ropa, realmente no hemos tenido condiciones climatológicas adversas como para haber tenido problemas con ella.

En cuanto a la hidratación y alimentación en carrera, creo que lo hemos hecho bien, no tuvimos ni el menor síntoma de deshidratación y hemos tirado en todo momento de reservas de glucógeno y la energía que hemos tomado en carrera sin necesidad de aportes energéticos rápidos en forma de gel, yo personalmente no he rechazado la comida en ningún momento aunque he quedado harto del menú, Chema por el contrario ya tuvo dificultades en acabarse el desayuno por la mañana en Vallorcine. Nuestra motivación para acabar la carrera no ha sufrido quiebra y no hemos tenido que recurrir al chute emocional de la música, el mp3 ha estado en todo el momento en el bolsillo. Sufriendo cuando tocaba y disfrutando cuando correspondía hemos sido capaces de llegar a meta sin otras evasiones.

Sobre sí el entrenamiento que he llevado ha sido suficiente, creo que sí y prueba de ella es que he cruzado la línea de meta con la sensación de tener algo más en las piernas como para haberle quitado alguna hora al crono. Mi media de kilometraje semanal para esta prueba no ha llegado a los 80km, creo que lo más importante ha sido el trabajo de fuerza de los últimos meses. Me parece que subir el kilometraje te lleva un escalón más arriba en la carrera pero me parece más importante que ese aumento de kilómetros es el trabajo de fuerza.


ESTADÍSTICAS

La carrera la iniciaron 2477 corredores de los que llegaron a meta 1383 es decir un 56% del total. Por debajo de 24 horas sólo entraron 7 personas, aunque entre el primero y el segundo hubo una hora de diferencia. Nosotros llegamos en la posición 896 y 897.

Esta es la evolución acumulada de los corredores que llegan a meta distribuida por horas de carrera.


Por último este es el número de corredores que llega en cada una de las horas.




AGRADECIMIENTOS

Es de obligado cumplimiento tener ahora unas palabras para Ana, Lucía y María, mi mujer y mis hijas que han sufrido esta locura, aguantando mi ausencia en esas horas de entrenamiento y en otras tantas salidas a carreras por media España. A ellas les agradezco de corazón su comprensión por no haberme aficionado a algo más simple y menos costoso en tiempo.

Además y como parte muy importante en este relato por los momentos en los que nos estuvieron animando ya que nos han resultado determinantes para seguir adelante, sumo a este reconocimiento a Paloma, Elena y Alvaro, mujer e hijos de Chema que también nos han dado su ánimo en algún momento de la carrera. Por supuesto se incluye a Trini, Pablo, Lucía y Javier qué además de animar compartieron con nosotros vacaciones y conmigo días de duda y ansiedad.

Por último mención especial para los Saltabalates Granadinos que comenzaron con nosotros y a quienes la fortuna no le permitió llegar a meta, Isidro y Chema vaya un abrazo. Sin olvidarme de Pepe, cuarto Saltabalate de Granada en Chamonix, que también corría en CCC durante el sábado y que nos animo como el que más a la llegada.

LONGIUS, TARDIUS más lejos más lento y FOTITUDINE VINCIMUS resistiendo venceremos.

Guadalajara, 1 de Octubre de 2009
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