Tic, tic, tic… 08:00 am. Me levanto y preparo un café
Americano bien cargado, con doble ración de azúcar. Abro la ventana, veo el
horizonte despejado y con una temperatura agradable. Levanto a mi mujer del
sueño profundo y le comento que si quiere acompañarme a Yunquera de Henares
para que me haga alguna foto en la carrera, ella, muy amable accede. A las 10:10
am salgo rumbo a Yunquera. Llego a tan solo 8 minutos de que empiece la
carrera. Recojo el dorsal, chip y me los pongo.
10:30 Pistoletazo de Salida, y yo (como de costumbre) sin
calentar. Al tener experiencia del año pasado, sabía que si me excedía en los
primeros kilómetros, lo terminaría pagando muy caro, sobre todo al final de la
carrera, por ello salí muy suave, a un ritmo para ir calentando las
“válvulas” y poner a punto los “pistones”.
En el km 3 veo a un grupo
de compañeros del Club Maratón
Guadalajara, meto el “tercer cambio” al cuerpo y llego hasta donde ellos. Al
poco tiempo veo a Jose Luis, que iba a unos 200 metros desde mi posición, meto
otra marcha (la cuarta) y me posiciono a su lado. Sigo con Jose hasta el
kilómetro 4 que es donde veo a Verónica Cestero rodeada de un grupo que la iba
escoltando al puro estilo de los Navy
Seal y a un ritmo alegre (calculo
que a 4 minutos el km). Automáticamente mi cerebro comienza a sacar “ecuaciones de ritmo” dando como
resultado que, si quería alcanzarla tendría que quemar todo el “nitro”
disponible en el “depósito”. Le doy luz
verde al cerebro para que realice tal hazaña, meto la quinta marcha al cuerpo y
comienzo, desde el km 5, a subir revoluciones a toda máquina.
En el km 7, en medio de una chopera, escucho bufidos, por un
momento pensé que estaba en algún safari en medio del Serengueti, pero que va,
era yo bufando como cual búfalo en celo llamando a su media naranja en medio
del Sahara (no sé donde viven los búfalos pero me imagino que por allí).
Km 8, siguen los bufidos, y cada vez más fuertes, me doy
cuenta que es una señal desde lo más profundo de mi cuerpo gritándome que pare
o baje la marcha, ya que estaba machacando las “bielas” del “motor”, hago caso
omiso al llamado de mi cuerpo y sigo sin piedad ni misericordia.
Km 9, cuando tengo a Verónica a escasos 30 metros, ella pega
un acelerón de infarto e imposible de seguir, ya que mi cuerpo iba al límite de
lo imposible (como en la película). Aunque no podía subir más de ritmo, decido
mantener la quinta marcha en lo que falta de recorrido (1 km) y así fue como
llegué a meta ¡¡¡AAA TTTOOOPPPEEERRR!!!
Después de la carrera los chicos del Club Yunquera brindaron
a todos los corredores y familiares allí presentes unos ricos aperitivos, entre
los que destaco: tortillas de patata (al
menos conté 12), jamón, empanadillas, nuggets, patatas, croquetas, cerveza,
refrescos y mucho más… ¡¡Muchas
gracias!!
Conclusión final: 10/10 y una carrera que repetiré las veces
que pueda. En la página donde realizo los reportajes fotográficos de carreras populares PicRun he colgado todas las fotos que realizó mi mujer. Recordar que tengo un blog de ofertas y rebajas y siempre posteo zapatillas rebajadas de precio o en oferta que hay en Amazon, como por ejemplo las ofertas de zapatillas running baratas que hay en Amazon.
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